Grimberg Dentales: Un Siglo Dando Vida a la Sonrisa Argentina

Tras 100 años de permanencia y crecimiento sostenido, la empresa de la familia Grimberg se ha consolidado como líder en el rubro odontológico de Argentina. La historia de Grimberg Dentales es un testimonio vivo de cómo la visión, la adaptación, los valores sólidos y el compromiso familiar pueden construir un legado duradero, trascendiendo generaciones y marcando una diferencia en el sector.

La familia Grimberg: Guillermo y Juanita, junto a sus tres hijos, Diego, Vernon, y Eric.

Del Apoyo Fraternal a la Visión Empresarial: Así Comenzó Grimberg.

La historia de Grimberg Dentales se remonta a principios de 1900. Emilio Grimberg, comenzó comprando insumos odontológicos para su hermana Sofía, quien fue una de las primeras odontólogas mujeres del país.

«La hermana de mi abuelo paterno, es decir, mi tía abuela, fue la tercera mujer odontóloga del País. ¡Para que te des una idea, iba a la facultad cuando no había baño para mujeres! Cuando ella tenía que comprar insumos para sus prácticas, le daba vergüenza y le solicitaba a su hermano que la acompañara a comprar. Ahí mi abuelo Emilio «vio» el negocio y comenzó a «valijear», comprando primero para las amigas de su hermana y luego fue creciendo.» Nos cuenta Eric Grimberg, tercera generación y actual director de la empresa.

Emilio, luego de trabajar en la casa dental del Sr. Lafita, decide fundar su propia empresa unipersonal, Dental Stores, en 1924. En aquel entonces, contaba únicamente con un cadete y un teléfono, un artefacto muy preciado en la época. Dental Stores importaba una amplia gama de productos, incluyendo fresas de acero, productos de endodoncia de Maillefer, contra ángulos y piezas de mano alemanas y austríacas, cementos, placas de caucho para prótesis completas, esponjitas de oro para obturaciones, gutapercha, tornos a pedal, forceps y elevadores, entre otros insumos. En esa época, la odontología carecía de un enfoque preventivo, lo que llevaba a que los pacientes, casi invariablemente, terminaran requiriendo prótesis completas.

Eric Grimberg señala que, como todo inicio de negocio, los principales desafíos fueron darse a conocer, mantenerse a la vanguardia y, especialmente en Argentina, sortear las recurrentes crisis económicas y sociales del país.

Con la Segunda Guerra Mundial, Emilio vende Dental Stores a la Casa Mayon, permaneciendo como asesor de importaciones y gerente de la sucursal de Once. Es allí donde su hijo, Guillermo, comienza a trabajar con su padre en sus ratos libres.

Juntos, padre e hijo, fundan MEDI DENT SRL y, más tarde, GUILLERMO A. GRIMBERG IMPORT-EXPORT SRL. La empresa obtuvo su primera representación exclusiva con las turbinas STARFLITE, que resultaron ser un gran éxito en el mercado. Ofreciendo soluciones integrales, también se dedicaron al diseño de muebles y la instalación completa de consultorios y clínicas dentales, lo que aceleró el crecimiento de la empresa.

En 1976, Guillermo Grimberg se independiza de su padre, y la empresa amplía su rango de representaciones exclusivas, incorporando cepillos dentales y productos de prevención que se comercializan principalmente en el canal de farmacias. Junto a Juanita, su esposa y socia, adquieren el primer local «a la calle» en Azcuénaga 768 y, años después, el actual en Marcelo T. de Alvear 2081, un lugar visitado por generaciones de estudiantes y odontólogos. Es en esta dirección donde el nombre comercial de la empresa se transforma en GRIMBERG DENTAL CENTER S.A. Conocido afectuosamente como ‘El Dental‘ por odontólogos y estudiantes, este local se ha consolidado como un centro clave para la comercialización al por menor de todo tipo de insumos, equipamiento y productos para el quehacer odontológico.

En ese momento, Grimberg fue pionero en la importación de aparatos de radiografía panorámica de los maxilares en el país. También equipó diversas facultades, la Asociación Odontológica Argentina, y consultorios y clínicas privadas, proveyendo a la Facultad de Odontología de la UBA los únicos equipos dentales aprobados por la WHO por su diseño ergonómico.

En 1994, para satisfacer la creciente demanda de venta al por mayor de equipamiento, insumos odontológicos y productos de prevención y cuidado bucal, se crea el sector mayorista y depósito en Lerma 426, dando origen a GRIMBERG DENTALES S.A.

La crisis de 2001 marcó un antes y un después para Grimberg Dentales. De ser un importador 100% de productos terminados, la empresa se transformó radicalmente: hoy cuentan con laboratorio propio y exportan. Esta adaptación, que abarca desde su oferta hasta su forma de trabajar, es un reflejo de su capacidad para responder a las demandas del mercado. Cada cambio de generación ha marcado momentos cruciales en la historia de la empresa familiar. Pero, sin duda, la decisión de establecer su propio laboratorio fue un hito transformador.

La visión de Grimberg Dentales se expandió significativamente con el lanzamiento de marcas propias. Un ejemplo fundamental de su compromiso con la prevención y el cuidado bucal fue la introducción de Bucal TAC en 2007. Junto a esta exitosa línea, la empresa ha desarrollado otras marcas destacadas como Dentifix, especializada en adhesivos dentales y productos para prótesis. Estos productos de venta libre han alcanzado una distribución nacional e internacional sin precedentes. Su éxito en farmacias y supermercados se debe a una combinación de una eficiente red de distribución propia y valiosos acuerdos con las droguerías y farmacias de todo el país, asegurando así la distribución federal de todos sus productos.

Cien años después de su fundación, Grimberg no solo ha permanecido, sino que ha crecido de forma sostenida hasta consolidarse como líder en el rubro odontológico argentino. Su robusta red de distribución y logística propia, junto con su alcance nacional e internacional, son la base para la aspiración futura de la empresa familiar: afianzar este liderazgo y extender su mercado. En la actualidad, sus productos se comercializan en Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile y Colombia, a través de una sólida red de distribuidores presentes en cada uno de estos países, proyectándose a ampliar su alcance por toda Latinoamérica.

“Con mucho potencial, desafiante y preparados para nuevos cambios tecnológicos, de globalización y, obviamente, cambios de paradigmas, tanto a nivel local como mundial.” Eric Grimberg manifiesta una visión clara del futuro de la empresa familiar.

Pasión y Orgullo presentes en la Tercera Generación.

Para Eric Grimberg, miembro de la tercera generación y actual director de la empresa, formar parte de la empresa familiar es sinónimo de ‘Orgullo y Pasión’.

Al reflexionar sobre su trayectoria en la empresa familiar, nos comparte que ha tenido un sinfín de aprendizajes y entre los más significativos señala la crisis del 2001 y la pandemia.

“Fueron muchos aprendizajes, pero te diría que la crisis del 2001 y la Pandemia fueron dos momentos claves para entender la clásica frase “En las Crisis están las Oportunidades””

Los valores son el cimiento de cualquier empresa familiar, y Grimberg Dentales los tiene claramente definidos y arraigados: la ética y el compromiso inquebrantable con la calidad (avalada por un Sistema de Gestión de la Calidad y normativas ANMAT).  La innovación constante, el profesionalismo de un equipo que trabaja en conjunto, y el cuidado del medio ambiente a través de prácticas de reciclado y uso racional de recursos, completan el sólido marco de principios que guían a la empresa de familia.

La transmisión de estos valores a las nuevas generaciones es un proceso que requiere dedicación. “Obviamente no es fácil”, subraya Eric Grimberg, “pero se va dando con el tiempo, hablando mucho con los hijos, los abuelos hablando mucho con los nietos y, por supuesto, dando el ejemplo de valores y trabajo en el día a día”.

La toma de decisiones en Grimberg Dentales es un claro ejemplo de colaboración familiar. El Directorio está compuesto por cinco miembros familiares: Guillermo y Juanita, y sus tres hijos, Diego, Vernon, y Eric.

“Somos cinco en el Directorio, conformado por nuestros padres, Guillermo y Juanita, y sus tres hijos: Diego, Vernon y yo. Así que, por suerte, somos impares y, en caso de haber discrepancia, se define por votación.” Agrega Eric.

Para él, lo más gratificante de trabajar en un entorno familiar es la convivencia diaria, que le brinda una oportunidad invaluable de compartir tiempo con sus padres y hermanos, algo que de otra manera sería mucho más limitado. Su mensaje para las nuevas generaciones que deseen continuar la empresa familiar, es que deben ser alentadas a hacer su propio camino y a desarrollarse en lo que les guste con dedicación y pasión.

“Es muy difícil dar consejos, porque uno estaría también influyendo en legados y paradigmas. Lo mejor sería que hagan su propio camino, se desarrollen en lo que les guste con dedicación y pasión. Guiarlos, conducirlos, enseñarles: ¡eso sí!”

Conoce más sobre su historia y la empresa de familia en: https://grimbergdentales.com/nuestra-empresa/

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