La ausencia de un plan de relevo generacional, los retos que conlleva la gestión de un negocio, así como los problemas vinculados con la relación familia-empresa son las principales dificultades a las que se enfrentan este tipo de organizaciones, según el fundador de Family Business Solutions, Ricard Agustín.
Aumentar su dimensión, garantizar la continuidad y el relevo generacional, proporcionar oportunidades de trabajo y una forma de vida adecuada a los miembros de la familia, además de elevar el beneficio. Estos son los objetivos estratégicos de las empresas familiares en el contexto actual, marcado por la crisis sanitaria y económica, según han manifestado estas compañías en una encuesta elaborada por el Instituto de la Empresa Familiar.
Casi un 70% de ellas considera que el crecimiento de la economía en el corto y medio plazo será frágil y no favorecerá la creación de empleo. De esta forma, tienen que lidiar con las dificultades de recuperarse de los estragos provocados por la pandemia y las restricciones, al tiempo que tienen que continuar gestionando los problemas familiares y el relevo generacional.
En una entrevista con el portal digital Dirigentes, Ricard Agustin, fundador de Family Business Solutions, detalla cómo están viviendo las empresas familiares este momento.
¿Cómo ha afectado la pandemia a las empresas familiares?
Cada empresa es diferente, depende del músculo financiero que tengan y de si están en un sector expuesto a la pandemia. Veremos un mapa muy dismétrico, habrá empresas que saldrán como un cohete de la crisis y otras no la superarán.
Si estás en un sector muy afectado (turismo u hostelería, por ejemplo) y toda la familia vive de ello es un problema. Pero no todo es negativo. Esta pandemia está haciendo tomar conciencia sobre temas como el relevo generacional. Tenemos clientes que antes no veían necesario planificar cosas porque pensaban que no les iba a pasar nunca nada. Ahora hemos visto que somos muy débiles y vale la pena dejar estos temas ordenados.
Otra cosa favorable que ha traído la crisis y también a la empresa familiar es que nos tenemos que acostumbrar a vivir con distintos grados de incertidumbre. Hemos de afrontar nuestros negocios familiares sin saber qué podremos hacer la semana que viene o si podremos tener nuestro comercio abierto. Esto te lleva a que reinventes los procedimientos, las formas de llegar a los clientes o de comercializar tus productos. Por ejemplo, ha habido un boom del acceso de las empresas familiares a temas que ni se planteaban, como el big data o la inteligencia artificial.
Según el Instituto de la Empresa Familiar, solo un 30% de este tipo de organizaciones sobrevive al relevo de la primera a la segunda generación. ¿Por qué?
También desaparecen muchas empresas no familiares en los primeros años de vida. No solo hay mortandad en la familiar. Al margen de tener los problemas típicos de cualquier empresa (profesionalización, modelo de negocio, una mala planificación estratégica o problemas de liquidez), se les suman los típicos de las relaciones familia-empresa que tienen que ver con las emociones. Esto hace que el riesgo de mortandad aumente. La dificultad de trabajar intra e intergeneracionalmente en empresa familiar.
¿Cómo se gestiona en este contexto el relevo generacional?
La pandemia ha ayudado a que se tome conciencia de lo débiles que somos y gente que no se había planteado planificar el relevo generacional, nos ha llamado para hacerlo. También nos han llegado peticiones de levantar la mano para solicitar ayuda porque la pandemia nos ha tenido meses encerrados en casa, nos priva de libertades y de emociones. Tenemos más solicitudes de asesoramiento por temas de resolución de conflictos.
¿Qué aconsejaría a las empresas familiares para dar continuidad a su negocio en estas circunstancias?
En la práctica, les aconsejamos que de entrada, aquellos que no tienen el protocolo familiar lo pongan en marcha, que tengan normas claras porque mañana nos puede pasar algo y nos veamos obligados a acelerar el proceso de relevo generacional.
También les decimos que aprovechen este relevo generacional para profesionalizarse y ahora posiblemente, fruto de la crisis, van a quedar profesionales muy valiosos desempleados que los podemos aprovechar en la empresa familiar para llegar hasta donde la propia familia no pueda llegar o no tenga las competencias necesarias para ello.
Por otro lado, que se acostumbren a tener un mapa de riesgos para anticiparse. El COVID-19 era difícil de prever pero que nos haya sucedido, nos permita tomar conciencia de que a nivel de familia empresaria-propiedad, nos pueden pasar cosas. Anticiparse y poner solución antes de que nos exploten los problemas en las manos.
Por supuesto, que hagan lo posible por asegurar el músculo financiero. Si tenemos la máxima prioridad en el área financiera, evidentemente será la primera que hemos de atacar. Sería imprudente solucionar problemas de empresa familiar si no tenemos liquidez para pagar las nóminas del mes. Se tiene que gestionar con coherencia.
¿Las empresas no ven que llega el momento de suceder la empresa a la siguiente generación?
Pasa un poco a nivel personal como en el médico. ¿Cuántas personas van al médico a nivel preventivo para hacerse un chequeo? Muchas veces pasa que las personas se dan cuenta de que tienen un problema cuando ya lo tienen, no lo previenen. Si hablamos de empresa familiar y de la primera generación, se trata de personas emprendedoras, vitales, que la empresa lo ha sido todo para ellos. Muchas veces les cuesta encontrar el momento para jubilarse, delegar, confiar en la siguiente generación. Esto hace más difícil que las cosas se planifiquen. Conforme vamos avanzando generacionalmente en empresa familiar, la gente planifica más, en una transición de segunda a tercera o cuarta generación suele existir más planificación. Donde realmente es difícil encontrarla es de la primera a la segunda.
¿Cómo prevé que serán los próximos meses para este tipo de compañías?
Esto será bastante dismétrico y esperemos que la vacuna funcione y que a partir del verano comencemos a vivir una recuperación. Hemos de pensar que esta crisis va a generar un gran endeudamiento a nivel de país y de alguna manera lo tendremos que afrontar. No solo pasará en España, pero nuestra situación no es la misma que la de Alemania, la nuestra es un poco más precaria porque ya veníamos de una gran deuda. Le deberemos añadir esto y nos afectará a todos e incluso a las empresas que en un primer momento parece que serán menos perjudicadas. Lo prioritario es salir de la situación pandémica, asegurar la salud de todos, y luego ya veremos cómo se paga esto. Soy optimista en el medio plazo, pero tenemos por delante unos meses complejos.
Fuente: Dirigentes Digital.
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